martes, 17 de junio de 2008

YA NO TENGO FACEBOOK

Un mes fue suficiente. Mire fijo el PC, respire y puse mi mano en el mouse. Lo había decidido: desde ese momento no tener mas facebook.
Como si fuese una gran hazaña sentía que me lograda desvincular de una comunidad de la cual yo no me sentía parte, como una gran red que atrapa tus datos y los califica para ofrecer mi amistad a contactos varios.
Gracias al cielo fue un paso breve de mi experiencia virtual. Un mes que me dejo una sensación de miedo y cautela. Era raro, aumente mi numero de amigos en tiempo record, como si me sobrara simpatía. Primero fueron 7, al a semana 50, pero de pronto ya sobrepasaba los 100. Algo no andaba bien.

Cuando revise otro dia mi facebook, mi gran popularidad crecía y crecía, aparecía gente por que ejemplo: eran vecinos míos hace 10 años atrás, personas del colegio que nunca antes hable. Y yo me había convertido en un celestino que Fulanito se había conocido con Zutanito gracias a mi. Cuando de verdad a ambos yo con suerte los conocía de vista.

Fue asombroso como yo era invitado a miles de fiestas y lugares que nunca fui invitado antes, pero facebook lo hacia posible. Un espejismo de fraternidad y buena onda. Intercambiando sonrisas de mentira con los amigos de mis amigos y sus familias.

Facebook paso a ser como una cita, una cita obligatoria en mi vida, con un “hola, como estas”, que se hace tan fácil detrás de una pantalla.

Facebook fue meter a todo el mundo en un mismo saco: a los que quiero y a los que no tanto. Claro mas de alguien podrá decirme que se puede seleccionar a quien admites o no, a tus amigos, dejar que solo algunos puedan ver tu facebook, y otros no, que el sistema te ofrece esa opción y que todo depende de cómo lo administres. Pero no puedo yo estar detrás de la pantalla como un cínico haciendo clic para elegir. A ver tu si, tu no.

Tal vez si hubiera necesitado encontrar a una persona que no he visto en años, facebook hubiese sido una bendición. Pero no es mi caso: no quiero mensajes en mi muro, no quiero tanta democracia de la información, NO QUIERO QUE MI ENEMIGO SEPA TANTO DE MI, y sobre todo, NO QUIERO QUE NADIE DIGA QUE HA CHEQUEADO MI VIDA.